El tratado Antártico fue firmado en 1959 por los siete países que tienen pretensiones soberanas Argentina, Australia, Chile, Nueva Zelanda, Francia, Noruega y Reino Unido. Existen otros paises con intereses soberanos que no firmaron el tratado: Bélgica, Estados Unidos, Japón, Sudáfrica y Rusia. El propósito del tratado fue establecer fines pacíficos y evitar que la Antártica llegue a ser escenario u objeto de discordia internacional. De igual forma, se aprobó un protocolo que prohíbe la extracción de recursos en el continente, salvo que se haga con fines científicos, además de prohibirse toda medida de carácter militar y ensayos de armas. El tratado estipula que para el 2048 este será revisado para definir la futura gobernanza del ártico. Actualmente, el ártico posee yacimientos petroleros que contienen entre 36.000 y 200.000 millones de barriles de crudo, reservas de agua dulce que alcanzan a ser el 70% de las reservas del planeta, cielos particularmente claros y libres de interferencias de radio, ideales para la investigación del espacio profundo y el seguimiento satelital, grandes poblaciones de peces y vida marina, entre otros beneficios.